En la sesión de apertura del undécimo Foro Económico Internacional de Latinoamérica y el Caribe, organizado en París por el BID, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el gobierno francés, Moreno hizo una apuesta por utilizar las nuevas tecnologías para combatir las desigualdades.
Reconoció que lo que se constata hasta ahora es que con el avance de las tecnologías digitales, se ha incrementado la brecha de ingresos y las desigualdades en la distribución de rentas entre el capital y el trabajo pero "eso no tiene por qué ser así".
Afirmó que en Latinoamérica un instrumento para disminuir la pobreza es la difusión de teléfonos inteligentes, gracias a los cuales muchas personas han podido acceder a servicios financieros digitales en una región en la que cerca del 40 por ciento de la población carece de una cuenta bancaria.
Para el presidente del BID, si Latinoamérica quiere participar en la economía del futuro "debe fijarse objetivos claros", entre los cuales señaló que las universidades tienen que convertirse en "plataformas de transferencia tecnológica".
"Si perdimos el tren de la Revolución industrial no podemos perder este tren de la revolución tecnológica", concluyó.
Mientras en el conjunto de la OCDE el gasto en investigación, desarrollo e innovación representa un 2.4 por ciento de su PIB (en Corea del Sur llega al 4.5 por ciento), en Latinoamérica es únicamente el 0.7 por ciento, y de ese porcentaje sólo una mínima parte corresponde al sector privado.