Antenor Guadamuz, dirigente de los trabajadores del volante, afirmó que la huelga fue iniciada en forma indefinida, debido a que "el gobierno se comprometió a pagarles la liquidación e indemnización, a los 30 días de haber llegado a un acuerdo con la empresa MiBus", sin que haya sido cumplida esa promesa.
Guadamuz adujo que "la suerte está echada" y que los trabajadores no cederán frente a las demandas de indemnización. El pago de esas prestaciones alcanzaría los 12 millones de dólares y se efectuará 30 días después de que sea completada la compra de la compañía Transportes Masivos de Panamá, S.A., por parte del Estado.
Al respecto, el ministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, calificó de "irresponsabilidad", por parte de la dirigencia sindical, el haber comunicado a los trabajadores que el jueves y viernes recibirían los pagos correspondientes.
Carles calificó de "intransigentes" a los líderes de la protesta y adujo que la intención de los trabajadores de MiBus es desestabilizar el transporte en la capital, a pocos días de la Cumbre de las Américas. "Ahora también piden un 10 por ciento para la dirigencia sindical", acotó el ministro.
Los operadores en huelga permanecen concentrados en los patios de autobuses, mientras son vigilados por unidades antimotines de la Policía Nacional.
La Secretaría de Comunicación del Estado advirtió a los operadores que "mientras no se concrete la compra de la empresa MiBus es imposible hacer efectivo algún pago de prestaciones".
Simultáneamente, la Autoridad de transporte Terrestre (ATTT) pidió el apoyo a empresas prestatarias para garantizar el servicio a los usuarios en áreas metropolitanas.
El director de la ATTT, Julio González, señaló vía Twitter que las prestatarias de Panamá Norte, Este y Oeste de la capital panameña ofrecerán el servicio de transporte en la capital, con el mismo pasaje y medidas de seguridad, durante la huelga.