A pesar de un fuerte comienzo en la tercera prueba del campeonato, el finlandés sufrió a manos de un catálogo de problemas, lo que significó que él y su copiloto, Miikka Anttila, estuvieron a punto de irse de la cita con las manos vacías.
Sin embargo, el dúo del Toyota Gazoo Racing excavó a fondo y logró salvar cuatro puntos para terminar octavo.
"Ha sido el rallye más difícil de conseguir cuatro puntos! Nunca he trabajado tan duro para conseguirlos", reflexionó Latvala en la llegada.
Los problemas del dúo comenzaron el viernes por la tarde, cuando se vieron obligados a retirarse con su Yaris WRC con un problema de alternador. Se reincorporaron el sábado y dos victorias de tramo por la mañana les permitieron ascender a la octava posición.
Pero luego perdieron más terreno al recibir una penalización de un minuto el sábado por la noche, cuando Latvala fue declarado culpable de haber trabajado ilegalmente en el coche (intentando conectar la barra estabilizadora trasera) en una zona de montaje de luces.
El dúo se dirigió a los tramos del domingo con la esperanza de volver a subir en la clasificación, pero su candidatura se vio afectada por un nuevo drama cuando dañaron el protector del cárter y el radiador de su coche.
A pesar de intentar un arreglo temporal y completar una agotadora carrera de 700 metros a un río para llenar el radiador, no pudieron atacar en el Power Stage y mejorar en la octava posición.
"Al final de la segunda especial del día[domingo], golpeamos algunos cimientos con el protector del cárter. Pensamos que no teníamos ninguna posibilidad de continuar, pero dije que no podíamos rendirnos en este momento", explicó Latvala.
"El protector del cárter estaba a medio arreglar, así que no pude pilotar rápido en el Power Stage. Pero al menos llegamos hasta el final. Han pasado muchas cosas este fin de semana, ¡esperamos que el próximo rallye sea un poco más tranquilo!"