El informe presenta un pronóstico anual de las diez principales tendencias que influyen en el sector de infraestructura durante este año, las cuales identifican que la información proporcionada por datos será clave para impulsar al sector y la correcta toma de decisiones”, señala Ignacio García de Presno, Socio Líder de Asesoría en el sector de Infraestructura de KPMG en México.
Asimismo, el informe proporciona un contexto importante detrás de las diez tendencias, sobre cómo estas han evolucionado y brinda también consejos sólidos para ayudar a los participantes del sector a mantenerse al tanto del mercado en evolución. A continuación, se presentan las diez tendencias identificadas en el informe de este año:
Tendencia 1: El sector público comienza a reafirmar su papel
La edición 2018 del informe pronosticaba que los límites entre infraestructura pública y privada se volverían difusos conforme nuevas empresas comenzaran a implementar modelos de negocio disruptivos. Este año, a medida que los nuevos modelos y soluciones empiezan a crear disrupción en el rol tradicional de las autoridades y los reguladores, los gobiernos adoptarán un enfoque más asertivo para definir las reglas para proveer de infraestructura al sector privado.
El ritmo de cambio social y tecnológico tiene un progreso más rápido que los cambios regulatorios, por lo que este año se espera que los gobiernos desarrollen marcos regulatorios que cuenten con la flexibilidad y duración necesarias para hacer frente a esta transformación tecnológica.
Tendencia 2. Los datos impulsan la eficiencia operativa
Una mayor madurez y accesibilidad de la información obtenida a través de Data & Analytics(D&A) permitirá a los diferentes participantes del sector –incluyendo a operadores, desarrolladores, reguladores e inversionistas- alcanzar una eficiencia nunca antes vista a lo largo de todo el ciclo de vida de la infraestructura. En particular, los gobiernos desempeñarán un papel fundamental como motivadores y facilitadores del uso de herramientas para análisis de datos en el sector, en especial en la fase de desarrollo.
Tendencia 3: Los retos de los megaproyectos se magnifican
Conforme los megaproyectos aumentan en tamaño y complejidad, se presentan nuevos aprendizajes y desafíos, así como un incremento en los riesgos. Para defender sus proyectos frente a las presiones políticas y financieras, los propietarios de megaproyectos estarán ávidos de conocer hitos, desempeño y mejores prácticas de otros proyectos exitosos a nivel mundial. En este contexto, un gran desafío es la politización, así como la capacidad de las compañías nacionales e individuos para manejar proyectos de gran dimensión, lo cual requerirá el desarrollo de nuevos enfoques para concretar su realización.
Tendencia 4: La visión se mueve hacia las oportunidades en mercados emergentes
Con el crecimiento de la competencia en las inversiones en mercados desarrollados, existen nuevos jugadores en búsqueda de oportunidades que estén disponibles en mercados emergentes. A medida que aumenta el interés en estas nuevas oportunidades, las autoridades de los mercados emergentes comenzarán a poner mayor énfasis en la selección, preparación y entrega de proyectos de manera adecuada, con la finalidad de que estos sean candidatos a financiamiento.
“Los nuevos jugadores del mercado también necesitan entender el balance entre riesgo y recompensa de los proyectos a los que se suman, para lo cual es vital tener un conocimiento del mercado local y elegir adecuadamente a sus socios de negocio”, comenta García de Presno.
Tendencia 5: Aceptación de la evidencia
Durante el último año, una creciente disponibilidad de datos y habilidades analíticas han hecho posible que los gobiernos tengan una visión más analítica y basada en evidencias para conducir la planeación y priorización de las inversiones en infraestructura. En ese sentido, las autoridades de infraestructura adoptarán procesos de toma de decisiones más holísticos y basados en datos que permitan un enfoque mucho más informado para satisfacer las necesidades y expectativas de la sociedad.
Tendencia 6: Generalización de la sustentabilidad
La definición actual de sustentabilidad abarca no solamente el combate al calentamiento global: en un sentido más amplio comprende diversos aspectos, como el financiero, operativo y tecnológico. En el sector de infraestructura implica asegurarse de que los beneficios de las decisiones tomadas se evalúen contra su potencial impacto en el medio ambiente.
“Si bien se está logrando un avance en la agenda de sustentabilidad a nivel global, en México también se espera una mayor presión pública y un mayor escrutinio sobre la sustentabilidad de la planeación, entrega, mantenimiento y financiamiento de la infraestructura”, agrega García de Presno.
Tendencia 7: El progreso supera a la división
A pesar de que existe una división en las sociedades y se está desarrollando la renegociación o cancelación de tratados de libre comercio, además de que prevalece una atmósfera de incertidumbre, este año los participantes del sector reevaluarán sus estrategias a largo plazo para diversificar sus huellas y, al mismo tiempo, moverse hacia aquellos mercados que continúan avanzando en sus agendas de infraestructura.
De esta manera, a pesar de los giros sociales y políticos, el mundo seguirá estableciendo alianzas alrededor de un propósito común, el cual es posible gracias a las nuevas tecnologías, los objetivos de desarrollo sostenible y un cambio hacia un empoderamiento de la sociedad.
Tendencia 8: Aumenta la competencia por las nuevas tecnologías
La competencia en torno a las nuevas tecnologías se intensificará a medida que los participantes continúen buscando nuevas oportunidades para mejorar sus servicios, productos e ingresos. Por ejemplo, dos sectores en los que se está desarrollando la competencia son el de las energías renovables y el de los vehículos eléctricos. Además, en esta diversidad de enfoques hacia el cambio tecnológico, es posible que los mercados emergentes superen a aquellos más maduros.
Es un hecho que, en este nuevo escenario de cambio, aquellos jugadores que ostentan un liderazgo histórico puede que no sean los nuevos líderes, en cuyo caso las ganadoras serían las start-ups de los mercados en desarrollo.
Tendencia 9: El cliente se convierte en el “rey”
Las nuevas tecnologías están haciendo posible que los individuos interactúen con la infraestructura de una manera totalmente inesperada. En este contexto, los gobiernos se centrarán más en entender las opciones reales de los usuarios y empezarán a crear planes de infraestructura basados en el conocimiento en tiempo real y predictivo de los clientes, más que en patrones históricos y opiniones de los expertos.
Afortunadamente, las nuevas tecnologías y enfoques están permitiendo que los propietarios y desarrolladores de la infraestructura puedan tener nuevas perspectivas acerca de las expectativas y patrones de comportamiento de los clientes. Por otro lado, las tecnologías también se utilizan para digitalizar la experiencia de la infraestructura.
Tendencia 10: La interdependencia crea oportunidades
En la actualidad, los desarrolladores de infraestructura que deseen aumentar la capacidad de un área necesitan pensar de forma mucho más crítica cómo deben adaptarse otras áreas para alcanzar los objetivos deseados. Debido a esto, empezarán a considerar múltiples planes a largo plazo, respaldados por sólidas capacidades de planeación de escenarios como una forma de maximizar la creciente interdependencia de la infraestructura.
Este año también se espera que algunos de los gobiernos más progresistas del mundo se esfuercen por crear una integración más fuerte entre sus funciones y capacidades, con la finalidad de otorgar a las autoridades la flexibilidad para gestionar adecuadamente –y en caso necesario, ajustar– las crecientes áreas de interdependencia.
“Solo aquellos jugadores en el sector de infraestructura que sean capaces de mantenerse al tanto de las tendencias emergentes y entender sus implicaciones más amplias tendrán las herramientas necesarias para tomar las decisiones que impulsarán su éxito futuro”, concluye Ignacio García de Presno.