Según informó hoy la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV, el regulador bursátil español, las cuentas se vieron afectadas por los bajos tipos de interés, la depreciación de las monedas (que restaron 17 millones de euros al resultado), al coste de los huracanes y tormentas de invierno (con un impacto en el negocio reasegurador de 97 millones) y la hiperinflación de las filiales en Argentina.
Sin esas circunstancias, las ganancias habrían sumado 702 millones de euros (796 millones de dólares), según la compañía.
La aseguradora añade que también destinaron 173 millones de euros (196 millones de dólares) a fortalecer el balance y solucionar el deterioro parcial del fondo de comercio de algunas operaciones aseguradoras realizadas en Estados Unidos, Italia e Indonesia, con objeto de "mantener la rentabilidad para los accionistas".
Mapfre cerró 2018 con unos ingresos de 26,590 millones de euros (30,201 millones de dólares), un 5 por ciento menos, en tanto que las primas se situaron en 22,537 millones de euros (25,592 millones de dólares), un 4 por ciento menos, influidas también por el efecto de la depreciación de las divisas.
Por unidades de negocio, las primas obtenidas en el área de Seguros bajaron un 3.3 pro ciento, por el efecto de los tipos de cambio.
En Iberia -España y Portugal- las primas se elevaron un 10 por ciento, pero el beneficio bajó un 6 por ciento, aunque si se excluyen los extraordinarios habría crecido un 5.3 por ciento.
En Brasil, las primas se redujeron un 12.6 por ciento, debido a la depreciación del 16 por ciento sufrida por el real brasileño en este periodo.
En el área de Latam Norte, que incluye México, la depreciación del peso y la ausencia de la prima de la póliza de Pemex (emitida en 2017 y que se renueva cada dos años) redujeron el negocio un 26.1 por ciento.
En Latam Sur, que incluye Argentina, Perú, Uruguay y Paraguay, las primas bajaron un 5.5 por ciento, en tanto que en Norteamérica, bajaron un 4.1 por ciento, debido a la depreciación del dólar y a la salida de varios estados.
En Eurasia, la facturación fue un 5.6 por ciento menor, lastrada, sobre todo, por la depreciación de la lira turca.