En su mensaje ante senadores de Morena, durante la Segunda Reunión Plenaria de ese partido en el Senado, la funcionaria adelantó también que las 671 pipas compradas en el extranjero para distribuir combustibles “ya están en la frontera”.
Explicó que los permisos que ella misma firmará este año, deberán contener datos como de dónde viene el combustible, a dónde llega, cómo se moverá, a qué gasolinería va a llegar y en qué bomba se va a despachar.
Desde que sale de Estados Unidos o cualquier país de Europa, hasta que llega a la bomba en Juan Aldama, Zacatecas, para evitar alteraciones y tener mejor control de las importaciones.
Explicó que están vigentes 554 permisos de importación de gasolinas, y el año pasado, el volumen importado por particulares fue de 52,000 barriles diarios y otros tantos por Petróleos Mexicanos (Pemex).
En cuanto a diésel, están vigentes 553 permisos, por 57,000 barriles diarios para agentes privados y 236,000 barriles diarios para Pemex.
En todo caso, esta es parte de las estrategias para poner orden y enfrentar la burocracia interna en el sector energético, a la que comparó con “un elefante artrítico” y ahora estamos facilitando los procesos con ética y responsabilidad.
Nahle García reiteró la convicción del gobierno federal de continuar con la estrategia de robo de combustible, dados los buenos resultados obtenidos hasta ahora y a pesar del “golpeteo político” de la oposición.
Sobre las 671 pipas que “ya están en la frontera” aseguró que en el proceso de compra se invitó a las secretarías de Economía, Hacienda y Función Pública, así como al canciller y a Pemex, esta última, para detallar las especificaciones que necesita el equipo.
Aseguró que se decidió este mecanismo para agilizarlo, si bien aseguró que se cuidó la legalidad y pronto circularán en México las pipas que cumplen con todas las especificaciones técnicas.
La secretaria de Energía explicó que esta acción se tuvo que tomar porque se suponía que hace algunos años se habían comprado 700 carros tanque para mover combustibles por el país, pero nunca llegaron.
El tema lo está investigando el área jurídica, pero por lo pronto había que comprar las pipas y contratar al personal (2,000 personas) para conducirlas, proceso que ya se realizó en instalaciones del Ejército, por la capacidad instalada ahí.
Pidió a los senadores “respetuosamente” analizar la ley para combatir con más eficiencia el robo de combustible y anticipó que “si todos los mexicanos vamos en el mismo camino, los resultados serán más rápidos”.