La consultora calcula que, en estas circunstancias, el número de desempleados en los 17 países que forman parte de la zona euro sobrepasaría los 16.5 millones de personas.
El informe indica que las consecuencias derivadas del alza del precio del petróleo podrían alargarse en la zona euro durante gran parte de 2011 y 2012, y que, si se mantuviese en torno a los 120 dólares por barril, el PIB de esta área sólo crecería cerca de un 1 por ciento, lo que implicaría "un importante retroceso" en la recuperación, "ya de por sí lenta", de la zona euro.
Ernst & Young también señaló que, en este escenario, el Banco Central Europeo (BCE) podría elevar los tipos de interés "antes de lo previsto" si considera que los altos precios de la energía aumentan el riesgo de que la inflación llegue a ser "inaceptable", en torno al 3 por ciento este año y al 2.5 por ciento en 2012.
Añadió que, en un escenario así, la consolidación fiscal de los estados miembros de la zona euro también podría verse "obstaculizada", lo que aumentaría la inestabilidad en los mercados de deuda soberana, y, por lo tanto, el riesgo de insolvencia en "algún país periférico".
Además, el sector bancario se vería "aún más presionado" ante la posibilidad de que tengan que efectuarse "nuevos rescates" por parte de los gobiernos, y estas tensiones se propagarían "rápidamente" entre los distintos países debido al tamaño de la "exposición transfronteriza" de los bancos.