“Agendas tenemos en el Ejecutivo local, en el Ejecutivo nacional, en el Congreso. Tenemos agendas en todos lados, el problema es que están desarticuladas las acciones. Cada quien va caminando al ritmo que puede y sin querer compartir, sin invitar, sin socializar la información”, afirmó, tras celebrar que el libro presentado ayer por la tarde en Casa Lamm tuviera el acierto de reunir a 45 autores procedentes de distintos sectores para construir una visión homogénea sobre los conflictos de movilidad en la ciudad de México, incluidos los transportistas, a quienes nunca se les invita a ser parte integral de las decisiones.
“No podemos heredar a nuestro país una situación peor a la que ya tenemos. Estamos obligados a trabajar de manera urgente y consistente en una solución que en poco tiempo entregue mejores cuentas a nuestra ciudad”, dijo el también vicepresidente de la Unión Internacional de Transporte Público (UITP) división América Latina, al afirmar que lo faltante para conjuntar estas acciones es la congruencia.
Así pues, estimó que es un problema de líderes y no de instituciones, pues estas últimas ya cuentan con la fuerza suficiente para impulsar acciones, profesionalizando a las instituciones y favoreciendo que el conocimiento sobre la movilidad y sus repercusiones logre escalar a todos los niveles.
“Tenemos que empezar a hablar el mismo idioma, tenemos un problema severo de comunicación, identificación de los términos con los que debemos de construir la nueva realidad de esta reforma urbana que está requiriendo nuestro país y de esta revolución tecnológica que estamos viviendo día a día y que nos obliga a actualizarnos con oportunidad”, reiteró el empresario ante el presidio donde estuvo acompañado por Laura Ballesteros y Fernando Dvorak, coordinadores del libro; Héctor Serrano, secretario de Movilidad de la ciudad de México; los diputados Víctor Hugo Romo y Francis Pirín, esta última presidenta de la Comisión de Movilidad de la ALDF, y María de los Ángeles Moreno.
Finalmente y en sentido similar, Héctor Serrano convocó a aprovechar al máximo la condición de equilibrio de los derechos de todos para rescatar el espacio público y construir un nuevo esquema de movilidad, en una ciudad que estructuralmente no ofrece alternativas para generar nuevos espacios.