Se realizan las supervisiones necesarias y prueba de ello fue la detección del problema de neoprenos que ya están en fase de solución, lo que permitirá certificar y asegurar la calidad de la línea. El tiempo de cambio de neoprenos en donde se detectaron problemas, es perfectamente compatible con dichas pruebas.
La SCT instruyó a los contratistas a sustituir los neoprenos para asegurar que este elemento perdure para la vida útil con que fueron diseñados.
El aseguramiento de su calidad es responsabilidad del contratista, ya que implica realizar todos los ensayes de laboratorio desde la calidad de los materiales primarios y su fabricación, así como el elemento ya terminado y su colocación, por lo que deberá entregar certificado de calidad, así como una fianza de vicios ocultos.
El proceso de cambio de los neoprenos es relativamente sencillo, ya que a lo largo de la vida de los viaductos es una maniobra que debe repetirse cada 15 o 20 años. Las trabes se levantan mediante gatos hidráulicos un máximo de 5 mm. No hay que desarmar vías ni red eléctrica.
Es un proceso de mantenimiento que está contemplado y que únicamente obliga a soltar las fijaciones de la vía posteriormente al cambio volver a nivelarla. Ya se ha instruido a los contratistas para el cambio, debido a que es un defecto de fabricación, por este motivo el costo es con cargo al contratista.
En Guadalajara fue el lugar donde primeramente se detectó y extrapoló, posteriormente a la verificación del tren México-Toluca donde la SCT se percató que existía el mismo problema y para el cual se están tomando las acciones correctivas pertinentes.
La Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, Compromiso de Gobierno 004, contará con 18 estaciones (trece elevadas y cinco subterráneas) y conectará a los municipios de Zapopan y Tlaquepaque, cruzará por el Centro de Guadalajara; duplicará la longitud de ese sistema de transporte colectivo en la capital jalisciense.
Con una inversión cercana a los 25,000 millones de pesos, el tren recorrerá una longitud de 21.5 kilómetros, con dos tramos elevados y un túnel de 5.4 kilómetros.
Trasladará a 233,000 pasajeros diarios en un recorrido de 33 minutos a una velocidad de 38 kilómetros por hora, con un máximo de 80 kilómetros por hora.
Con esta velocidad los usuarios ahorrarán 40 minutos en su traslado y también evitará la emisión de 17,400 toneladas anuales de CO2.