Aleatica y el Circuito Exterior Mexiquense (CEM) realizaron diagnósticos para identificar las necesidades más apremiantes de las comunidades aledañas. A partir de dichos estudios, se creó el Programa de Relacionamiento con Comunidades en el Estado de México, que busca establecer alianzas estratégicas y focalizar proyectos en los municipios de Chimalhuacán, Ecatepec, Texcoco, Tecámac Nextlalpan, Ixtapaluca y Huehuetoca.
El Programa de Relacionamiento, es una muestra de su compromiso por generar relaciones confiables de largo plazo con las comunidades, basadas en la propuesta de ser un Gran Vecino que realiza inversiones en proyectos de sostenibilidad social para promover un desarrollo integral.
En México 43 personas pierden la vida todos los días a causa de accidentes viales, lo que equivale a más de 24 mil muertes al año;[1] y los accidentes de tránsito son la 4ta causa de muerte en personas de 10 a 19 años y la segunda en jóvenes entre 15 y 24 años.[2] Por su parte, el Estado de México es uno de los cinco estados con más defunciones por accidentes de tránsito, donde diariamente dos mexiquenses pierden la vida.[3]
Para revertir esta tendencia y reducir los riesgos viales en zonas escolares cercanas a la vía, el CEM desarrolló la iniciativa de Educación Vial Somos Todos, en conjunto con la Cruz Roja Mexicana I.A.P. Este consiste en talleres técnicos, teóricos y prácticos de educación vial dirigidos a la comunidad escolar: estudiantes, personal administrativo, docentes y padres de familia, en escuelas de Ecatepec y Texcoco. Estas escuelas son seleccionadas con base en la identificación de puntos negros, esto es, en las zonas en donde se presenta un mayor número de hechos de tránsito.
La iniciativa involucra la participación activa de la comunidad en varios niveles: desde el apoyo de familiares voluntarios que realizan remarcados de pasos peatonales para facilitar cruces seguros, así como cartografías sociales en las que las niñas, niños y jóvenes dibujan en un mapa los lugares donde perciben un mayor riesgo vial en su camino a la escuela y de regreso a casa. Con base en estas cartografías, se trabaja en conjunto con las autoridades locales para plantear los cambios en señalizaciones que requiere la zona.
A esta metodología se suman las auditorías viales, ejercicios en los que se mide la velocidad a la que transitan los autos, el ancho de las banquetas y el número de personas que cruzan las calles. Con estos se identifican los puntos donde no existe señalización, semáforos o reductores de velocidad, para contar con datos que se conviertan en acciones que transformen la realidad de la seguridad vial en estas zonas.
"Las actividades buscan generar un cambio de cultura en los centros escolares cercanos
a nuestra vía y sus alrededores. Con esta estrategia se replican y difunden los mensajes
sobre seguridad vial hacia toda la comunidad para que, desde sus áreas de responsabilidad, tomen acciones que la fortalezcan", comentó Vanessa Silveyra, Directora Global de Sostenibilidad y Atención al Usuario en Aleatica. Y añadió: "En este sentido, se calcula que cada alumno que recibe la información la compartirá, por lo menos, con tres personas de su círculo social por lo que es un gran mecanismo multiplicador para forjar la cultura vial dentro de las comunidades".
Hasta la fecha, se ha capacitado a 3,154 alumnos, padres de familia y personal docente de escuelas. El CEM reconoce el enorme valor de la educación y el conocimiento para contrarrestar la crítica situación de accidentalidad vial a la que se enfrenta el estado, por lo que continuará su labor para generar conciencia en las comunidades y lograr cambios tangibles en la sociedad que salven vidas humanas.