La empresa con sede en Irving (Texas) facturó 344.582 millones de dólares en 2023, un 17 % menos que en 2022, según las cifras que publicó este viernes.
Este año, Exxon se vio afectada por la caída de más del 10 % de los precios del crudo, a medida que crecen las dudas sobre la demanda de China y que EE.UU. registra niveles de producción récord, aunque sí logró superar ligeramente las expectativas de los inversores en el último trimestre.
Los resultados tuvieron una acogida mixta en Wall Street y las acciones de la compañía bajaban casi un 1 % en las operaciones electrónicas previas a la apertura del parqué.
Con todo, la empresa logró devolver más de 32.000 millones de dólares a sus inversores en 2023, en dividendos y recompras de acciones.
"Nuestra estrategia consistente y la excelencia en la ejecución en todo el negocio dio como resultado una facturación líder en la industria, y nos permitió devolver más dinero a nuestros inversores que nuestros pares", dijo en el comunicado el consejero delegado de Exxon, Darren Woods.
En el cuarto trimestre del año, el más seguido por los inversores, la compañía obtuvo un beneficio de 7.630 millones de dólares, un 40 % menos que en el mismo periodo de 2022.
Las cifras se vieron afectadas por el pago de un cargo por deterioro de 2.000 millones de dólares en California. Con todo, y sin tener en cuenta las pérdidas por el cargo, el beneficio por acción, de 2,48 dólares, superó las expectativas de los inversores.
La mayor empresa petrolera de EE.UU. tuvo una facturación en el último trimestre de 2023 de 84.344 millones de dólares, un 12 % menos que en el mismo periodo del año anterior y algo por debajo de las expectativas de Wall Street.
La compañía produjo unos 3,73 millones de barriles de crudo al día el año pasado, cifras muy similares a las de 2022, y espera una producción de 3,8 millones de barriles diarios en 2024.
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