A los infractores, arrestados dentro de una operación especial para acabar con el binomio alcohol y coche en los días festivos, les será retirado el carné de conducir de forma temporal e, incluso, podrían acabar en la cárcel, dependiendo de la tasa de alcoholemia.
El portavoz de la policía de tráfico, Robert Horosz, aseguró que "no habrá compasión" con los arrestados por conducir con una tasa de alcoholemia superior a los 0.15 miligramos de alcohol en sangre, el máximo permitido por ley en Polonia.
El fin de semana dejó 299 accidentes en las carreteras polacas, con un total de 360 heridos y 31 fallecidos, doce más que en el mismo periodo de 2010.
Las carreteras polacas registran uno de los índices de siniestralidad más elevados de la Unión Europea, y en 2009 se contabilizaron más de 50,000 accidentes con cerca de 6,000 muertos.
El alcoholismo es una de las principales razones detrás de estas cifras en Polonia, especialmente en las zonas rurales y en festivos, a lo que se suman las deficiencias de la red de carreteras y las severas condiciones climatológicas del invierno.