El tribunal de gran instancia de Nanterre, junto a París, consideró que el cocinero y su compañía SCS Marc Veyrat no presentaron ninguna prueba que acreditase que hayan sufrido un perjuicio ni que avalase la realidad de ese supuesto daño.
El cocinero, que aparece siempre en público con un gran sombrero negro, exigió en septiembre a la guía dar a conocer "los motivos exactos" y el proceso de decisión que le llevaron a perder la máxima distinción que le fue otorgada al restaurante en 2018 y perdió al año siguiente.
Después de haber pedido explicaciones a la guía, el chef recurrió a la justicia para pedir un euro simbólico de compensación por la depresión que alegaba haber sufrido tras conocer la noticia.
Sin embargo, el tribunal considera en su decisión que Veyrat no ha conseguido justificar que haya habido "un ataque desproporcionado a la independencia de la evaluación" que corresponde a la libertad de expresión de la guía y que está garantizada por la Convención Europea de Derechos Humanos.
Veyrat, de 69 años, consideraba que los inspectores de la guía ni siquiera visitaron su restaurante, por lo que exigió las facturas, las notas de las reuniones, la metodología utilizada y los criterios de atribución de las estrellas.
Defensor de los productos de la tierra, el cocinero anunció que renunciaba a las otras dos estrellas, algo que Michelin le negó, al igual que hizo con otros grandes chef que hicieron lo mismo, como Joël Robuchon, Antoine Westerman u Olivier Roellinger.
No es la primera vez que Veyrat mantiene un conflicto con la guía Michelin.
En 2006 tuvo un accidente de esquí que lo alejó de los fogones, lo que le hizo perder también la máxima distinción en los restaurantes donde la tenía.