El Memorial de América Latina, un gigante complejo ubicado en el centro de Sao Paulo e ideado hace tres décadas por el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, abrió sus puertas para recibir a un centenar de automóviles tras una exhibición reservada realizada el martes para invitados.
Sin salir de sus vehículos, los cinéfilos podrán ver desde hoy una selección de éxitos y clásicos como "Apocalypse Now", en momentos en que las salas de cine de todo el país se encuentran cerradas por el avance del coronavirus, que ya deja 955,377 casos y 46,510 muertos.
"Es mi primera vez. Creo que es una oportunidad óptima para tener un alivio. Es una opción de entretenimiento fuera de lo común y para nosotros, que somos unos enamorados del cine, es una experiencia nueva", dijo a Efe Fabio, de 25 años, un administrador de empresas a quien le acompaña su pareja.
Iniciativas similares comenzarán a funcionar en otros puntos de Sao Paulo en las próximas semanas.
Según el último balance oficial, la ciudad de Sao Paulo, que cuenta con unos 12 millones de habitantes, registra 5,959 muertes y 98,132 casos confirmados de COVID-19, con una letalidad para la enfermedad del 6.1 por ciento.
La semana pasada volvió a funcionar en Río de Janeiro el Cine Lagoa Drive-In, casi treinta años después de haber echado el cierre.
Los autocinemas fueron muy populares en Brasil en la década de 1970 pero el único que continuaba en funcionamiento antes de la pandemia es el Cine Drive-In de Brasilia, fundado en 1973 y ubicado próximo al autódromo de la capital brasileña.
De acuerdo con "El último cine drive-in" (2015), documental producido y exhibido en Netflix y que narra su historia, este autocine, con capacidad para 400 vehículos, en un espacio de 312 metros cuadrados y declarado Patrimonio Cultural y Material de la ciudad, que era el único de toda América Latina hasta hace un par de años.
No obstante, las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar los contagios de coronavirus han hecho renacer los clásicos autocinemas en todo el mundo.
Brasil es el segundo país más azotado por el coronavirus, con 955,377 contagios y 46,510 muertes, apenas por detrás de Estados Unidos, según el Ministerio de Salud.