Francia venció 4-2 a Croacia en una tensa final disputada este 15 de julio en el estadio Luzhnikí de Moscú.
En un partido plagado de errores y genialidades, los franceses hicieron valer su contundencia luego de generar solo ocho ocasiones de gol; sin embargo, fueron capaces de marcar en cuatro de ellas, de las cuales una fue de penal y otra por un autogol del atacante croata Mario Mandzukic.
Con su contundente pegada, el combinado francés ha superado a unos valerosos croatas, que han peleado hasta el final y han caído con honor.