Mencionó que en 1994 el arrendamiento comenzó a tener mayor relevancia en el país y que con el tiempo, ha ido cambiando paulatinamente el pensamiento de las empresas de querer tener pertenencia de sus activos.
Resaltó que la penetración del crédito al sector privado como un porcentaje del PIB, varía sustancialmente entre EU y México con 192 y 35 por ciento, respectivamente, destacando que hay una subpenetración de las instituciones financieras para ayudar a las empresas a su crecimiento.
Agregó que de la inversión total en maquinaria y equipo de las empresas en México, el 31 por ciento le corresponde al transporte, cifra que evidencia la importancia del arrendamiento en la actualidad, ya que es un mecanismo para mejorar la utilidad en las flotas de las empresas.
Indicó que existen varios tipos de arrendamiento como el puro, donde la arrendadora guarda un valor residual y donde al final del plazo, el arrendatario tiene tres opciones, regresar el equipo, comprar el equipo o rearrendar el equipo. En este esquema las rentas son 100 por ciento deducibles.
Sobre el arrendamiento financiero dijo que es prácticamente un crédito, donde se amortiza 100 por ciento del activo y que al final del plazo existe la opción de compra del mismo. Apuntó que una de las grandes ventajas del arrendamiento, es que permite que las empresas tengan siempre los mejores y más modernos equipos en su flota, reduciendo así los tiempos en el taller y asegurando los tiempos de entrega y operación.
Resaltó que una de las ventajas del arrendamiento es que las empresas siempre ganan cuando tienen certeza de sus gastos a futuro, ya que saben que siempre van a pagar lo mismo. En el aspecto ambiental, comentó que flotas más modernas generan menos emisiones de CO2.
Concluyó señalando que el arrendamiento no necesariamente tiene que ser un gasto, que se puede ver como una inversión, así como que genera beneficios fiscales, incrementa la movilidad de la flota y reduce los gastos para las empresas.