"Nos comprometemos a generalizar el 'puerta a puerta' proponiendo soluciones de uno a otro extremo del trayecto, y no sólo de una estación a otra", explicó el presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Guillaume Pépy, en una entrevista publicada hoy por Les Echos.
Se trata de no limitarse al tren, sino de asociarlo con proposiciones para enlazar con autobús, coche compartido o en alquiler o la bicicleta para hacer frente a la competencia del modelo de transporte que pueden plantear los gigantes de internet como Google, según el plan "Excelencia 2020".
Otros competidores citados también por Pépy son la compañía de uso de coches compartidos, como Blablacar, que con 600,000 viajeros mensuales representa un volumen equivalente a más del 5 por ciento de las líneas de largo recorrido de la propia SNCF.
El nuevo eje estratégico, que debe ser adoptado por el consejo de administración el próximo 15 de octubre, supondrá en primer lugar una reforma total de las relaciones entre la compañía ferroviaria y sus filiales, en particular Keolis, especializada en el transporte urbano y metropolitano.
"Eso pasa por un cambio de cultura, es decir, por dejar de crear barreras estancas y divisiones artificiales", señaló el responsable ejecutivo, antes de añadir que quiere "más solidaridad y cooperación".
En términos de ingresos, el objetivo es pasar de los 28,300 millones de euros de 2012 a 35,700 millones en 2020, mientras el margen operativo debería subir del 9 por ciento de la facturación al 10.9 por ciento entre esos dos años.
Pépy señaló que pretende una mayor internacionalización de la actividad, de forma que el volumen de negocios fuera de Francia debería representar un 30 por ciento en 2018, frente al 23 por ciento actual, sobre todo gracias a Keolis y a su filial logística Geodis.
La deuda, por su parte, debería disminuir de los 6,800 millones de euros en 2012 a 4,900 millones en 2020.