El INE especificó que los trenes redujeron sus clientes en un 11.6 por ciento y el transporte aéreo en un 1.2 por ciento, hasta los 8.4 millones.
Entre los transportes públicos lusos, el metro de Oporto, la segunda mayor ciudad de Portugal, fue de los que menos cayó al registrar una reducción del 3.9 por ciento en el número de pasajeros, hasta los 14.1 millones.
El suburbano de la capital lusa acentuó su tendencia negativa al perder 5.9 millones de usuarios, hasta los 39.6 millones.
Portugal, con 10.5 millones de habitantes, atraviesa la peor crisis económica de las últimas décadas bajo las draconianas condiciones de un préstamo financiero internacional de 78,000 millones de euros.
Entre las medidas exigidas por la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), figura el saneamiento de las cuentas de las empresas que gestionan los transportes públicos, que acumulan pesadas deudas.
Para este fin, se decretó un aumento medio del 15 por ciento en las tarifas y un corte en los servicios que se prestan al usuario.