En una primera fase, la SNCF abrirá una plataforma en la ciudad de Lille (norte) para establecer conexiones con "las grandes capitales europeas: París, Londres, Bruselas y Amsterdam", reveló la directora general de la empresa responsable de viajes, Barbara Dalibard, en una entrevista publicada hoy por Les Echos.
Dalibard precisó que todavía necesitan algunas autorizaciones para empezar el negocio, pero confían en "estar listos" para los Juegos Olímpicos de Londres, que se inician a finales de julio.
La SNCF ha comprado 46 autocares equipados con váteres que ofrecerán internet con la tecnología wifi incluido en el precio, con una plaza para un pasajero en silla de ruedas y dos asientos para los que tengan movilidad reducida, y que se pretende aumentar la cadencia en los trayectos para captar a viajeros que renuncien así al automóvil privado.
Se trata -destacó la directora general- de ampliar las actividades de la empresa con otras "complementarias" al tren, "tomar cuota de mercado al coche" y afrontar la llegada esta senaba al mercado de las líneas internacionales de autobús en Francia del británico Stagecoach, que se ha añadido al operador tradicional Eurolines (filial de Veolia).
Para lograrlo, la estrategia de la nueva marca "Speed" pasa por un "buen equilibrio entre un precio atractivo y una oferta de calidad" y dirigirse no sólo a la clientela juvenil, sino también a las familias y a las personas mayores.
Dalibard señaló que en el negocio del tren de alta velocidad (TGV) la SNCF quiere seguir la expansión tanto en Francia como en los trayectos internacionales, que deberían aportar "la mitad de nuestro crecimiento en el futuro".
Así indicó que la progresión del tráfico desde que han puesto una oferta de TGV en la línea París-Milán ha sido del 40 por ciento, con tasas del ocupación que superan el 90 por ciento, o que en la nueva conexión Marsella-Fráncfort se han vendido 23,000 billetes en tres semanas.