Las medidas, aprobadas la semana pasada, consisten en sancionar a las empresas internacionales que vendan o faciliten a Irán productos derivados del petróleo, incluido el carburante para aviones.
Según informa hoy el diario Financial Times (FT), BP -una de las mayores compañías suministradoras de combustible para las aerolíneas- no ha querido hablar de sus acuerdos con empresas.
No obstante, una fuente de la compañía señaló al rotativo: "cumplimos totalmente con cualquier sanción internacional en cualquier parte en la que operamos".
Además, una fuente del área del Golfo Pérsico familiarizada con este asunto dijo al FT que un suministrador internacional de carburante para aviones en muchos aeropuertos internacionales ha decidido dejar de vender carburante a los aparatos iraníes.
Según recuerda el diario, Irán ha criticado a Alemania, el Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos por negarse a cargar combustible a sus aviones comerciales por las sanciones de Estados Unidos.
Las sanciones fueron impuestas en respuesta al plan de enriquecimiento de uranio de Irán, ante la preocupación de que Teherán esté desarrollando un programa de armas nucleares.
Además, las medidas estadounidenses sancionan a los bancos que comercien con entidades vinculadas a la Guardia Revolucionaria de Irán o con los bancos iraníes incluidos en una lista "negra".