Las autoridades locales denuncian que la compañía no cumple la legislación sobre taxis y automóviles con chófer al considerar a los conductores de Uber como socios de la empresa, en lugar de empleados, indicó la agencia suiza ATS.
La firma californiana, que ha tenido conflictos similares con autoridades locales de todo el mundo, argumenta que es una mera plataforma de contacto de conductores y usuarios.
La suspensión de la orden cantonal significa que Uber puede continuar sus actividades, pero éstas se detendrán de inmediato si el Tribunal de Justicia de Ginebra la confirma en segunda instancia.
La portavoz de Uber en Suiza, Luisa Elster, expresó que la prohibición ha sido inesperada para la firma, que llevaba años operando en la ciudad bajo el estatus de red de distribución de viajes en automóvil.
"Somos una compañía que se ajusta completamente al marco de la ley, basada en empresas que operan bajo un nuevo modelo económico", declaró la portavoz a la ATS.
El político Mauro Poggia, miembro del gobierno cantonal, disiente de ese punto de vista y señala que la supuesta independencia de los conductores de Uber es sólo "una fachada" que esconde una relación de subordinación.
Poggia adelantó que para evitar un proceso judicial la compañía debería pagar impuestos por concepto de sus empleados con carácter retroactivo desde finales de 2014, fecha en la que comenzó a operar en la ciudad.