Transport for London (TfL), ente público del Gobierno municipal responsable de los transportes públicos de la capital, ha pagado 310 millones de libras (350 millones de euros) por sus acciones a Ferrovial y a la empresa estadounidense Bechtel (titular del 33.3 por ciento de las acciones), que se encargaban de tres líneas del metro londinense: Jubilee, Northern y Piccadilly.
La empresa conjunta Tube Lines, que explotaba las tres líneas, era la única que se regía todavía por el régimen de alianza público-privada.
En diversas ocasiones, el alcalde de Londres, Boris Johnson, criticó a los gestores de Tube Lines por los problemas continuos que supone el cierre, sobre todo los fines de semana, de las líneas del metro por trabajos de mantenimiento, así como por los retrasos en la modernización.
Sin embargo, la empresa Amey se seguirá encargando de buena parte de los trabajos de mantenimiento y renovación de las líneas de metro.