El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Miguel Elizalde, señaló: “Nosotros apoyamos las medidas que tenga que tomar el gobierno mexicano en reacción a lo que propuso Estados Unidos y esperamos que con éstas se mantenga la competitividad”, en tanto que la industria analiza el impacto que tendrán las nuevas cuotas aplicadas por el vecino del norte.
“Se está analizando qué efecto pudiera generar", porque los fabricantes de vehículos pesados llegan a adquirir acero y aluminio de manera directa, pero la mayor parte de esos insumos proviene de la proveeduría, es decir, de los fabricantes de autopartes", explicó.
“Entonces, si bien sí hay afectación directa hacia el fabricante de vehículos originales, la mayor parte sería a nuestros proveedores”, dijo en entrevista con Notimex.
El directivo precisó que el acero que tienen los vehículos fabricados en México es de prodecedencia nacional, así como de Estados Unidos y otros países.
Sin descartar una posible afectación a los fabricantes de vehículos en México por esta situación, Miguel Elizalde insistió en que se analiza en este momento si el impacto será a corto, mediano o largo plazos.
Sin embargo, recordó que la industria está totalmente integrada a la de Estados Unidos, por lo que el impacto será para empresas de ambos países, tanto a los fabricantes como a sus proveedores, y en este sentido “estamos analizando las consecuencias en toda la cadena de valor, porque esto no beneficia a ninguna de las dos partes”.
Al señalar que el imponer aranceles va en contra del libre comercio, señaló que la decisión de Estados Unidos hace aún más necesario impulsar medidas para activar el mercado interno y para lograrlo, la industria productora de vehículos pesados propone cinco acciones.
La primera son incentivos verdes dirigidos a las tecnologías más modernas que impulsan los beneficios calculados por la normatividad más reciente.
El financiamiento consiste en complementar la oferta de las financieras de marca a través de Nafin, Banobras y el resto de la banca de desarrollo, para así llegar a todos los segmentos de transportistas y tipos de autotransporte.
También mencionó la profesionalización, es decir, capacitación, asesoría y desarrollo tecnológico que los micro y pequeños empresarios avancen hacia la formalización y aumenten su competitividad, en tanto que el programa que se hizo en la Ciudad de México debe ampliarse.
En cuanto al marco regulatorio, señaló que se deben impulsar, con diversas autoridades federales y locales, medidas que fomenten la competitividad, la profesionalización y la modernización del sector.
Asimismo, definir a la autoridad responsable de la creación de normas de fabricación de vehículos en donde se debe tener un marco regulatorio competitivo con los tratados de libre comercio; crear un organismo gubernamental integrador de normativas federales, estatales y locales que regule transversalmente los temas de normatividad para el transporte; y realizar un ejercicio de homologación de leyes de movilidad en todos los estados.
Mencionó también impulsar una verdadera supervisión del marco regulatorio a través de SCT y Policía Federal, a fin de sustituir vehículos obsoletos en tránsito sin generar un conflicto social con los transportistas.