Existen registros de que estos sistemas de pago apócrifos son adquiridos a través de personas que los comercializan en el exterior de las instalaciones del STC, motivo por el cual, la Gerencia de Seguridad Institucional del Organismo reforzó la vigilancia para inhibir esta práctica, que legalmente está catalogada como fraude.
Los boletos y tarjetas falsas son rechazadas por el sistema automatizado de los torniquetes, lo cual representa una pérdida económica para los pasajeros, quienes además son puestas a disposición ante la autoridad correspondiente, toda vez que estos hechos constituyen un delito.
El STC exhorta al público usuario a adquirir los boletos únicamente en las taquillas de las estaciones para prevenir actos fraudulentos y contrarrestar la reventa del boletaje.