Los vehículos inteligentes, más pequeños que los tradicionales, empezaron a circular en una ruta de 1.2 kilómetros con tres estaciones en la Zona Franca de Futian.
Los autobuses, con una velocidad diseñada de entre 10 y 30 kilómetros por hora, y equipados con sensores lidar, cámaras y antenas de GPS, pueden esquivar peatones, vehículos y obstáculos, cambiar de carril de forma segura y parar en lugares designados.
Cada autobús lleva un conductor que puede frenarlo o cambiarlo de modo automático a manual en caso de emergencia.
El proyecto fue lanzado conjuntamente por el Centro de Ingeniería y Tecnología de Sistemas Nacionales de Transporte Inteligente y el Grupo de Autobuses de Shenzhen.