El ministro de Obras y Servicios Públicos, Walter Delgadillo, dijo a los medios que los sindicatos del transporte decidieron hacer un "intermedio" o pausa en su decisión de parar el martes y el miércoles, en tanto se avance en el diálogo sobre la normativa.
"Se ha disipado esta protesta, esta amenaza que yo la consideraba una amenaza contra la población. Entendieron ellos (los chóferes) que se trata de ser sólido en las determinaciones, definitivo en muchas cosas y que la misión por la defensa de la vida en las carreteras sea de todo el país y por supuesto de los chóferes", dijo Delgadillo.
La polémica norma castiga con la suspensión definitiva de la licencia a los conductores de autobuses sorprendidos en estado de embriaguez, hayan o no causado accidentes, pero además establece sanciones para los propietarios de los vehículos y las empresas de transporte.
En su momento, los sindicatos rechazaron la norma con el argumento de que no se puede castigar a todos los miembros de una empresa por el error de uno, si bien el gobierno defendió el decreto como una necesidad de frenar la ola de accidentes que en enero y la primera semana de febrero causó más de 80 muertes en las rutas.
No obstante, según el ministro, en negociaciones celebradas el sábado y domingo, los chóferes aceptaron levantar la amenaza de la huelga convocada para el martes y miércoles, mientras una comisión mixta discute el reglamento para la aplicación del decreto.
Delgadillo dijo que durante las reuniones del pasado fin de semana los chóferes anunciaron que se sumarán a "la campaña de defensa de la vida en las carreteras del país" y de dignificación de la profesión de chófer.
Según el ministro, los sindicatos también coincidieron en la necesidad de que se revoquen los permisos a conductores ebrios y en que debe haber "corresponsabilidad" de los accidentes entre los conductores, los propietarios y las empresas, además de la policía, y las instituciones que están encargadas del buen estado de las carreteras.
Según las estadísticas oficiales, cada año mueren más de mil personas en las carreteras de Bolivia por accidentes de tráfico.