La compañía, con sede en Peoria (Illinois), obtuvo entre enero y junio pasados un beneficio neto por acción de 2.76 dólares, comparado con los 4.9 dólares del primer semestre del ejercicio anterior, cuando sus beneficios alcanzaron los 3,285 millones de dólares.
La facturación de la firma también cayó en la primera mitad del año, hasta los 27,831 millones, frente a los 33,355 millones del mismo periodo del año anterior, mientras que sus gastos operativos se redujeron hasta los 25,056 millones, frente a los 28,416 millones de las mismas fechas de 2012.
Por lo que se refiere a los resultados del segundo trimestre, a los que más atención prestaban hoy los analistas estadounidenses, Caterpillar ganó 960 millones de dólares (1.45 dólares por acción), un 43 por ciento menos que los 1,699 millones (2.54 dólares por título) de los mismos tres meses del año anterior.
Esos resultados no alcanzaron las expectativas de los analistas, que habían calculado un beneficio neto por acción de 1.7 dólares.
Entre abril y junio pasados el mayor fabricante de maquinaria pesada del mundo redujo sus ingresos hasta los 14,621 millones de dólares, frente a los 17,374 millones de las mismas fechas de 2012.
El presidente y consejero delegado de la firma, Doug Oberhelman, aseguró que Caterpillar ha "tomado acciones para responder al entorno económico" que afronta y recordó que se han encontrado con "vientos en contra" como el impacto negativo de los tipos de cambio y una caída de 1,000 millones de dólares en los inventarios de maquinaria de sus clientes.
Así, la compañía redujo sus pronósticos de beneficio para el conjunto del ejercicio hasta los 6.5 dólares por acción, frente a los 7 dólares por título que preveía anteriormente.