La operación estaba cifrada en unos mil millones de dólares.
Además, la empresa canadiense también anuló su oferta pública de compra de 550 millones de dólares de sus bonos al 6.75 por ciento con vencimiento en 2012.
El anunció coincidió con la decisión de UBS de rebajar la calificación de los títulos del fabricante de "compra" a "neutral".
El vicepresidente y director financiero de Bombardier, Pierre Alary, afirmó a través de un comunicado que cuando la empresa planificó la operación "los mercados de capitales eran más favorables que a día de hoy, y por lo tanto era una oportunidad para ampliar el vencimiento" de parte de la deuda de la compañía.
"Las condiciones del mercado son tales que a día de hoy la oferta no es ni atractiva ni satisfactoria para Bombardier. Ya que no tenemos deuda que venza antes de mayo de 2012, la cancelación de la oferta pública de compra y la retirada de esta oferta oportunista no afectará a las operaciones actuales de Bombardier", añadió.