Ante un desarrollo acelerado de la tecnología, cabe preguntarnos cuál es el futuro del transporte de carga terrestre y no un futuro lejano, sino uno casi inmediato, el cual estará definido por la convergencia de la automatización, la electrificación y la inteligencia artificial. Estas tecnologías no sólo apuntan a mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del transporte de mercancías, sino que también abrirán nuevas oportunidades para la innovación y el crecimiento en toda la industria. Aquellas empresas que adopten estas tecnologías y se adapten rápidamente a los cambios del mercado estarán mejor posicionadas para prosperar en el paisaje del transporte de carga del mañana.
Para Ernesto del Blanco, director general de ELAM-FAW empresa ensambladora y distribuidora de camiones de carga en nuestro país, la incorporación de avances tecnológicos en los vehículos de carga es imperante, esto se puede lograr bajo la participación del gobierno, empresas, academia y la sociedad civil. "En México existe el Mapa de Ruta Tecnológica del Transporte Terrestre en México visión 2021–2050, el cual marca la guía para implementar la tecnología en el transporte en diferentes rubros, como sostenibilidad y seguridad de los vehículos de transporte de carga. La transformación del segmento tiene lugar dentro y fuera de los vehículos. A bordo, los sistemas operativos utilizan radares, imágenes de cámaras, GPS, conectividad 5G, que ayudan a tomar decisiones y garantizar la seguridad de la carga y de otros coches o camiones que comparten la misma ruta. La tecnología en el transporte no es una moda, es un componente que cada vez más se integra al día a día de nuestro ecosistema", señala el directivo.
Los Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS por sus siglas en inglés), tienen el objetivo de mejorar la seguridad y eficiencia del transporte terrestre. De este modo, se facilita la gestión, el seguimiento y el control para los responsables de la operación y desarrollo del transporte.
La tecnología en el transporte terrestre de carga se puede enmarcar en tres grandes rubros:
Tecnologías de propulsión y eficiencia energética, nuevas alternativas a energías renovables. Estas tecnologías incluyen desde motores internos de combustión hasta propulsores eléctricos e híbridos.
La eficiencia energética, por otro lado, se refiere a la optimización del uso de energía, es decir, obtener la máxima cantidad de trabajo útil de la menor cantidad de energía posible. Esto incluye no solo los motores o sistemas de propulsión, sino también otros aspectos del diseño y la tecnología, como la aerodinámica del vehículo, los sistemas de gestión de energía, y más.
Cibernética de las operaciones, todo aquello que permita mejorar la eficiencia de conducción, la seguridad carretera y la seguridad de la mercancía.
Vehículos autónomos, la industria automotriz va muy avanzada en este aspecto y cada vez se pueden ver vehículos autónomos en las calles y carreteras, pero hay muchas condiciones en juego para que la conducción autónoma de un tráiler sea algo común en nuestras carreteras, esto no quiere decir que sea viable.
Algunas aplicaciones interesantes del segundo aspecto, la cibernética de las operaciones las podemos ver ya en carreteras. Por ejemplo, con el uso del Internet de las cosas (IoT) , se integra un ecosistema compuesto por dispositivos inteligentes, el cual se verá beneficiado por la implementación de la red 5G y la incorporación de antenas de transmisión de datos a lo largo de la infraestructura carretera para la conexión con los vehículos que transitan en ella.
Ejemplo de integración de esta tecnología es el platooning —conocido también como trenes de carretera— que consiste en una serie de camiones equipados con sistemas de apoyo a la conducción de última generación. Los vehículos se mueven en grupo, conducidos por tecnología inteligente y comunicados entre sí. El primer vehículo de la flota es conducido por un operador guía y los demás siguen de manera automática al primero. Cada vehículo mide tanto la distancia como la velocidad y dirección, ajustándose al transporte que tiene al frente.
El ecosistema del transporte no puede dejar de lado el correcto mantenimiento de la infraestructura carretera y en este apartado también se tienen importantes avances tecnológicos, con la instalación de diferentes dispositivos, ya sea en carreteras de nueva construcción o modernizadas, los cuales controlan la conservación de las estructuras, emitiendo alertas e indicando el mantenimiento preventivo que debe realizarse. Los sensores inteligentes también generan información sobre la temperatura, las condiciones meteorológicas y la calidad del aire a lo largo de la carretera, una enorme cantidad de datos que hay que recoger, analizar y procesar.
El directivo de ELAM-FAW declara: "nosotros como empresa integramos diferentes aspectos tecnológicos en nuestros camiones, los cuales se enfocan en la seguridad al conducir, sistemas de asistencia al conductor avanzados (ADAS) los cuales incluyen tecnologías como el control de crucero adaptativo, la alerta de colisión frontal, la asistencia de mantenimiento de carril y sistemas de frenado de emergencia automático, de esta manera ayudamos a prevenir posibles accidentes en carretera. En materia de sostenibilidad, integramos opciones de unidades que trabajan con gas natural, sabemos que la electromovilidad es un tema que se sigue desarrollando y dentro de muy pocos años podremos ver unidades con una autonomía muy atractiva para las empresas, pero no podemos esperar a que eso en México nos alcance, debemos desarrollar el talento humano".