La dirección de esa planta y los representantes sindicales se han reunido hoy para reanudar las conversaciones sobre el convenio colectivo, y el encuentro ha evidenciado que la planta catalana ya no tiene opciones para ese proyecto, según la versión de Alstom, aunque los sindicatos se resisten a darlo por perdido y preparan movilizaciones.
Alstom fabricará los trenes que funcionarán en tres líneas del metro de Riad, un proyecto que debe estar listo en un plazo de unos cinco años y que reportará un total de 6,070 millones de euros a las empresas que participan en el consorcio liderado por FCC.
Fuentes de Alstom han explicado a Efe que, aunque Santa Perpètua ya no tenga opciones de fabricar esos trenes, la multinacional sigue abierta a adjudicar otros proyectos a la planta catalana siempre que demuestre que es competitiva.
Por su parte, fuentes sindicales han asegurado a Efe que en la reunión de hoy la empresa ha insistido en la necesidad de que Santa Perpètua reduzca sus costos, entre ellos los salariales, para poder optar a una mayor carga de trabajo.
Los sindicatos afirman que la empresa sigue pretendiendo que los 700 empleados de la planta catalana se bajen el sueldo entre un 20 y un 30 por ciento, y que no ofrece a cambio una relación garantizada de nuevos proyectos.
En las conversaciones que la dirección de Alstom y los sindicatos mantuvieron antes del verano, la empresa estaba dispuesta a crear 900 nuevos puestos de trabajo en Santa Perpètua para dar respuesta a una carga de proyectos que cubriría los próximos ocho años, según la versión sindical.
Los sindicatos explican que, de esa carga de trabajo, el metro de Riad suponía poco más del 4 por ciento, pero que a cambio de ese plan industrial la empresa reclamaba rebajas salariales a la plantilla de entre un 20 y un 30 por ciento, mientras que los sindicatos estaban dispuestos a ofrecer la creación de una nueva escala salarial para los nuevos contratados.
Así las cosas, la empresa sigue insistiendo en que Santa Perpètua debe reducir sus costes y los sindicatos están abiertos a hacer esfuerzos, pero se muestran indignados por que los trenes de esas líneas del metro de Riad, que ganó un consorcio liderado por una empresa española como FCC, puedan acabar fabricándose en la planta de Alstom en Polonia.