La compañía con sede en Atlanta (Georgia, Estados Unidos) ganó entre enero y marzo 1.11 dólares por acción, frente a los 1.28 dólares que había obtenido hace un año, según informó en un comunicado.
UPS aumentó su facturación un 5.1 por ciento hasta los 18,035 millones de dólares, pero sus márgenes de beneficio se vieron afectados por el "cambio sin precedentes" provocado por las medidas de confinamiento, que hicieron crecer las entregas a domicilios en detrimento de las comerciales.
El volumen diario de entregas en domicilios de Estados Unidos aumentó un 8.5 por ciento y la facturación un 9.3 por ciento, mientras que en el ámbito comercial se redujo algo menos de un 1 por ciento.
Fuera de Estados Unidos, el volumen de entregas se redujo ligeramente como consecuencia del descenso de las operaciones para empresas.
UPS anunció la retirada de sus previsiones para el resto del año, pues apunta que no puede predecir la duración de la pandemia o su impacto económico, y dijo que reducirá en unos 1,000 millones sus gastos de capital con respecto a las estimaciones anteriores.
Además, la compañía suspenderá las recompras de acciones durante 2020, según indicó en su comunicado.
"Vamos a continuar adaptándonos a este difícil periodo y dando prioridad a inversiones y decisiones operacionales que pongan a UPS en la mejor situación financiera", dijo el director financiero, Brian Newman.
Las cuentas de la empresa se situaron por debajo de las expectativas de los analistas en cuanto a beneficios, pero por encima en lo referente a facturación.
Tras anunciar los resultados, las acciones de UPS retrocedían en torno a un 4.50 por ciento en la Bolsa de Nueva York.