Este empleo que podría catalogarse “sólo para hombres” por haberse construido en la sociedad, pues el manejar una motocicleta es demasiado riesgoso para una mujer, "lo que es un absurdo, pues el riesgo es lo mismo para los dos".
El CEO de la empresa de mensajería iVoy, Álvaro de Juan, comentó: “Hemos notado que las mujeres cada vez están más interesadas en ser mensajeras, para nosotros sus capacidades son las mismas que las de un hombre, por eso cuando una mujer quiere ser parte de nuestro equipo le abrimos las puertas".
Subrayó que cuando la mujer volteo a ver la mensajería como una opción de empleo empezaron a notar que "no hay empleo para hombres o para mujeres y que sí hay un mercado en desarrollo que necesita gente, independientemente del sexo que se tenga”.
Está comprobado, sostuvo, que cuando una mujer comienza a trabajar aumenta su autoestima, pues ganar dinero les da independencia, además de que las vuelve más administradas en su tiempo.
A diferencia de un trabajo de oficina, en el que se tienen que cubrir horarios determinados, los mensajeros controlan sus horarios y ganan lo que desean de acuerdo a los viajes que realizan.
Para ser mensajera lo único que se necesita es tener una motocicleta o una bicicleta y muchas ganas de salir adelante, concluyó el CEO en un comunicado.