El fuerte incremento del beneficio neto se logró a pesar de que el volumen de negocio se hundió un dos por ciento, hasta los 30.600 millones de euros en comparación con el año anterior.
Debido a los bajos precios del petróleo y de la electricidad, Eon obtuvo menos ingresos de lo esperado en los tres primeros meses del año. El beneficio antes de impuestos y amortizaciones cayó un nueve por ciento, hasta los 2,830 millones de euros.
A pesar de esta caída del negocio, Eon no modificó su pronóstico para el año en curso, donde espera un beneficio operativo de entre 7,000 y 7,600 millones de euros. "Ahora sabemos que 2015 no va a ser fácil", reconoció su presidente, Johannes Teyssen.
Sin embargo, Eon recordó que tienen cuatro grandes instalaciones nuevas en funcionamientos, entre las que se encuentran dos parques eólicos offshore (en el mar) en Reino Unido y en el mar del Norte. Además, el número de clientes de Eon continúa creciendo, indicó. Sólo en 2014 el grupo ganó 60,000 nuevos clientes en Alemania.