E.on informó hoy que la facturación se redujo en el mismo periodo un 1 por ciento hasta 64,643 millones de euros.
La ganancia operativa cayó entre enero y junio un 18 por ciento, hasta 3,967 millones de euros.
El beneficio neto atribuible a los accionistas de E.on subió en igual periodo un 6 por ciento, hasta 3,069 millones de euros.
Las ventas de gas crecieron en los seis primeros meses del año un 1 por ciento, mientras que las de electricidad bajaron un 3 por ciento.
E.on apuesta por las renovables y negocios fuera de Europa, como en Turquía y Rusia.
La compañía alemana explicó que ha alcanzado los objetivos fijados de desinversiones.
E.on tenía a finales de junio una deuda neta de 33,309 millones de euros, 2,625 millones de euros menos que a finales del primer semestre de 2012.
El presidente de E.on, Johannes Teyssen, mantuvo las previsiones de un beneficio neto entre 2,200 y 2,600 millones de euros para el conjunto de 2013 pese a difícil entorno económico y regulador.