Del total de automotores blindados por la AMBA, el 7 por ciento se destina al mercado de exportación, de este total 42 por ciento se envía a Estados Unidos; 28 por ciento para Centroamérica y 30 por ciento a América del Sur. Entre los planes de la organización para 2013, destaca el incremento de 5 por ciento en participación del mercado externo y ostentar un total del 65 por ciento.
“Como asociación tenemos un fuerte compromiso con nuestros usuarios, quienes son el mejor referente en cuanto a calidad, durabilidad y respaldo de las marcas que les proveen sus blindajes. Recordemos que en nuestra organización existe el Sello de Calidad AMBA que no cualquier empresa puede ostentar. Este aspecto es el que nos ha permitido ganar el reconocimiento internacional”, mencionó Fernando Echeverri Posada, presidente de la AMBA.
El ejecutivo destacó que la AMBA no es una organización excluyente pero sin muy selectiva y exigente a la hora de afiliar a una nueva compañía, pues tiene que comprobar la infraestructura con que cuenta, así como las garantías extendidas que ofrece a su público consumidor, pues son precisamente los preceptos de calidad, seriedad y respaldo los que protegen, primero en beneficio del usuario final y después para continuar e incrementar su participación de mercado nacional, el cual hoy es del 60 por ciento.
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En México, del 100 por ciento de la producción de la AMBA, el 93 por ciento corresponde a camionetas (SUV), 5 por ciento autos, 1 por ciento camiones y 1 por ciento vanes. El Nivel III ocupa el 44 por ciento, 26 por ciento el Nivel IV y el 29 por ciento el Nivel V. El 70 por ciento de los compradores de blindados corresponde al sector privado mientras que el resto lo ocupa el gobierno con los Niveles IV, V y VI que protegen contra armas de calibres altos.
Las marcas más solicitadas son: Jeep, Chevrolet, Dodge, GMC, BMW, Toyota, Ford, Audi, VW, Chrysler, Kenworth, Mercedes-Benz, Cadillac, Infinti, Lincoln, Porche, Honda, Land Rover, Acura, Volvo, International, Mitsubishi y Mazda
Echeverri Posada puntualizó que la ciudadanía busca proteger su vida y patrimonio, por lo que un automotor reforzado es una herramienta más de seguridad y si no está bien blindado, los resultados pueden ser catastróficos. “Cuando un auto posee un blindaje bien hecho, su valor de reventa es alto y se desmitifican aspectos como el desgaste rápido, desajuste de carrocería, suspensión y frenos, entre otros,” añadió el directivo.
La AMBA en sus 12 años de existencia en México ha impulsado la profesionalización y la legalidad de la industria, donde muchas empresas irregulares operan sin restricción alguna y en consecuencia ponen en riesgo la integridad de los clientes que utilizan vehículos equipados con aceros no balísticos, fibras y cristales “piratas” o suspensiones no reforzadas, por mencionar algunos.
Respecto a la desmitificación de los usos, atributos, bondades, limitaciones y prestaciones de los vehículos blindados, el Presidente de la AMBA adelantó que el próximo 7 de febrero del año en curso, la organización ofrecerá a los medios de comunicación una serie de pruebas en el Centro Dinámico Pegaso, donde los periodistas podrán comprobar personalmente por qué un automotor bien reforzado es una herramienta de seguridad que además de estética no pierde sus atributos, incluso podrán comparar un automotor con blindado por la AMBA vs uno “pirata”.