En cambio, la facturación de la compañía suiza progresó el 4 por ciento para alcanzar los 39,336 millones de dólares (29,400 millones de euros).
El ingreso operativo de la firma (EBIT) sufrió por su parte una contracción del 13 por ciento y se situó en los 4,058 millones de dólares (3,032 millones de euros).
La entrada de nuevos pedidos durante 2012 se mantuvo estable, en unos 40,200 millones de dólares (30,050 millones de euros).
Tras anunciar estos resultados, el consejero delegado de ABB, Joe Hogan, destacó que el año pasado se tomaron medidas para ajustar el balance de la empresa en términos de geográficos y de productos.
En esa línea, una de las acciones más importantes fue la adquisición de la firma Thomas & Betts, fabricante estadounidense de componentes electrónicos y por el que ABB pagó cerca de 4,000 millones de dólares.
Con esa adquisición, explicó el directivo, el grupo suizo consolidó su estrategia de posicionarse en el mercado de Norteamérica.
En una visión a largo plazo, Hogan indicó que para la compañía los motores de su negocio seguirán estando en el aumento del consumo de energía, la urbanización y la industrialización en los mercados emergentes, de un lado; y el crecimiento de las infraestructuras de energía renovable y de eficiencia energética, por el otro.
Señaló que, a corto plazo, persistirán las incertidumbres sobre el ritmo de crecimiento que se puede tener en Europa y Estados Unidos y sobre el momento de la recuperación en China.
Con esas perspectivas, el dirigente señaló que ABB seguirá siendo conservador en materia de costes para asegurar su capacidad para tener un desempeño superior al de sus competidores en cuanto las condiciones de los mercados mejoren.