Al cumplirse dos años de haber instrumentado la medida, funcionarios del Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) presentaron una actualización de este trámite en el estado que cuenta con el mayor número de inmigrantes en Estados Unidos.
Tan solo en noviembre pasado fueron emitidas 14,000 de estas licencias, destacó el DMV a través de un comunicado.
La ley ha permitido a los residentes indocumentados salir de la sombra y conducir con seguridad en sus vecindarios.
Pero, luego que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió medidas contra la inmigración indocumentada, la ley está bajo nuevo escrutinio.
Muchos de los que recibieron licencias de conducir bajo la ley ahora temen ser objeto de deportación, si las autoridades federales de migración tienen acceso a su información en el DMV, a pesar de la promesa de autoridades estatales de que ello no ocurrirá.
El DMV admitió que las agencias de aplicación de la ley, incluyendo el Servicio de Inmigración y Aduanas, pueden obtener información sobre la licencia de conducir -como nombre, sexo, descripción, dirección, fecha de nacimiento y número de licencia de conducir- a través de ciertos sistemas de intercambio de datos.
Pero la información no indica su estatus migratorio o si recibieron licencias bajo la ley AB60.
“El Departamento de Vehículos Motorizados de California toma muy en serio la protección de la información personal para todos los titulares de licencias", aseguró el DMV.
Funcionarios del DMV también dijeron que "el presidente electo Donald Trump no puede unilateralmente derogar las leyes AB60 y AB1461".
Los legisladores de California se comprometieron a proteger los derechos de todos los inmigrantes, sin importar su estatus legal.
Para calificar y obtener una licencia de conducir bajo la AB60, los aspirantes deben probar su identidad y residencia en California; además de aprobar un examen escrito y un examen de conducción; presentar huellas dactilares y mostrar póliza de seguro, entre otros requisitos.