El conducir en temporada de lluvias puede representar un riesgo adicional, ya que, la visión reducida, suelos derrapantes y descomposturas a causa de las inundaciones y charcos profundos pueden generar un accidente grave. Además, no todos los seguros ofrecen cobertura ante daños a causa del agua.
Para este 2023, puede que la época de lluvias se extienda mucho más de lo normal en nuestro país, ya que, según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la temporada empezó el 15 de mayo y se espera pueda extenderse hasta el 15 de diciembre, lo que se traduce en medio año de lluvias.
Y, por si fuera poco, en México ocurren 2.6 millones de accidentes vehiculares por año, los cuales incrementan de 20% a 30% en temporadas de lluvia, además, las causas de accidentes por agente natural representan más del 90% de los percances, según datos del Instituto Mexicano de Transporte.
Según, Tania Jiménez, Directora Técnica de Automóviles en MAPFRE México, "Aunque tengamos las más altas precauciones, los accidentes suelen ocurrir durante lluvias fuertes. Por lo que un seguro con cobertura amplia para automóviles es imprescindible para cuidar al conductor, acompañantes, su vehículo, y su cartera." El contar con un seguro de automóvil debe de ser una prioridad para todos los conductores, existen muchas opciones personalizables, lo cual modula el costo de la póliza.
Se debe prestar atención a las coberturas contratadas dentro de su póliza, los daños por agua como el "Desbielamiento por inundación", está cubierto al contratar Daños Materiales en MAPFRE AutoPlus usualmente no están cubiertos en las pólizas básicas, por lo que en estas épocas de lluvias es recomendable revisar con qué capacidades de cobertura cuenta nuestro seguro y evaluar si es necesario contratar coberturas adicionales.
¿Cómo evitar riesgos?
La conducción en lluvia es delicada y requiere especial atención por parte del conductor ante la disminución de la adherencia de los neumáticos con la carretera. Esto se debe a que el agua tiende a desprender una delgada película de aceites y lubricantes que se han pegado en el pavimento anteriormente, lo que puede producir el temido Aquaplaning (deslizamiento) que puede fomentar la pérdida de control del vehículo.
El otro gran inconveniente es la pérdida de visibilidad, ya sea por el empañamiento de cristales o la presencia de lluvias fuertes. Esto, no solo puede causar que se produzca un incidente inmediato, sino que también puede propiciar que no se vean objetos que se aproximan hacia el vehículo arrastrados por las lluvias.
Por último, las inundaciones y charcos profundos pueden ocasionar severos daños a nuestros vehículos, los cuales pueden traducirse en costos elevados de mantenimiento y reparación, lo cual, puede reducir la vida útil de nuestro automotor.
Algunos consejos que expone MAPFRE, es el siempre reducir la velocidad de conducción adecuándose al estado de la carretera y el límite de velocidad de ésta. También, es recomendable aumentar la distancia de seguridad entre vehículos, con los frenos mojados, se debe de propiciar la distancia de frenado, ya que aumenta la posibilidad de que se bloqueen las ruedas, a pesar del ABS, por lo que el conductor debe de usar el pedal de freno con más suavidad.
Además, al realizar maniobras en curva, el conductor deberá anticipar la frenada y realizarla con la dirección lo más recta posible para evitar las inercias laterales que comprometan la direccionalidad de las ruedas. Cualquier cambio de dirección o maniobra deberá ser lo más suave posible para evitar reacciones bruscas o inesperadas del vehículo en conducción.
En el caso de inundaciones o charcos profundos, lo aconsejable es atravesarlos usando los carriles centrales, ya que las calles están diseñadas para que el agua escurra hacia los lados. Además, se debe de pasar a una velocidad reducida para evitar daño eléctrico del auto, pero nunca dejando de pisar el acelerador, porque el agua puede colarse a través del escape, directo hacia el motor del auto y causar daños irreparables o muy costosos.