El sondeo también señala que sólo el 30 por ciento de los menores de 30 años entrevistados considera que este tipo de prácticas son peligrosas.
En contraste, el 41 por ciento de los mayores de esa edad reconoce que usa el celular mientras conduce y sólo el 9 por ciento que envía mensajes de texto, destaca la publicación, en la que se recuerda que las probabilidades de tener un accidente aumentan 23 veces si se combina el sms con el volante.
Pese a que los riesgos son conocidos, el 64 por ciento de las 1,026 personas que participaron en el estudio dijeron haber visto en los últimos 30 días a alguien enviar un sms estando al volante y un 94 por ciento habían observado a otro conductor hablando por teléfono cuando debería estar centrado en conducir.
El sondeo difundido este lunes forma parte de un nuevo acuerdo de colaboración entre Consumer Reports y el Departamento de Transporte de Estados Unidos para combatir las distracciones al volante, particularmente entre los jóvenes.
Según el secretario estadounidense de Transporte, Ray LaHood, las distracciones al volante se han convertido en una epidemia que se cobró 5,500 vidas en las carreteras y calles de Estados Unidos en 2009.