El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung señaló hoy que la metalúrgica daría marcha atrás con la potencial venta de dichas plantas, pero el portavoz de ThyssenKrupp desmintió la información: "El proceso de venta continúa".
El rotativo indica que las nuevas especulaciones se vieron disparadas de cara a la sesión del consejo de vigilancia de este martes, donde los directivos informaron sobre la situación en la que se encuentran las negociaciones de venta de las sedes en Brasil y en Alabama y sobre la situación financiera.
Hace tan sólo dos semanas, la empresa había señalado que las conversaciones con los principales postores estaban muy avanzadas, si bien, al mismo tiempo, tampoco había descartado una suspensión de la operación.
Las plantas, inauguradas en 2010, resultaron ser un hervidero de deudas: su costo fue de unos 12.000 millones de euros y hasta el momento sólo han ingresado 3,400 millones. En el impacto directo, ambas lantas han generado una importante reducción en el capital propio de ThyssenKrupp.