En julio, la empresa había estimado las pérdidas netas en 50,000 millones de yenes en el año que cierra en marzo de 2015.
La causa de la drástica revisión a la baja es el mal funcionamiento del sector de telefonía móvil, cuyo valor fue reducido en la contabilidad de la empresa a los 180,000 millones de yenes. La firma subrayó que esta es la única causa del empeoramiento de los pronósticos.
Sony lucha desde hace años con números rojos, que surgieron en un primer momento en el negocio con televisores. El presidente y CEO de la empresa, Kazuo Hirai, saneó esta división con recortes de puestos de trabajo, entre otros.
Pero ahora muestra su debilidad el sector de smartphones, en gran medida por la competencia del líder mundial Samsung y de las firmas chinas en ascenso.
Sony quiere centrarse a futuro en la fabricación de teléfonos inteligentes de mayor precio y reducir la oferta en el segmento medio.
La compañía anunció asimismo que no pagará un dividendo anual por primera vez desde 1958. Sony tomó "la difícil decisión muy seriamente", anunció Hirai, que también dijo que se eliminarán empleos en el sector de comunicaciones móviles en un 15 por ciento o unos 1,000 trabajadores.