Los beneficios subyacentes fueron de 5,767 millones de dólares, lo que a su vez representa un incremento del 125 por ciento.
El resultado bruto de explotación (EBITDA) alcanzó la cifra de 11,256 millones, un 85 por ciento más que en el primer semestre del año pasado.
El flujo de caja de las operaciones creció un 78 por ciento hasta 9,900 millones mientras que la deuda neta se redujo de 18,900 millones el 31 de diciembre de 2009 a 12,000 millones de dólares.
El presidente de Rio Tinto, Jan du Plessis, dijo que había sido "un semestre sobresaliente caracterizado por el incremento de los precios (de metales y minerales) y la excelencia operativa (de la compañía)".
"Tenemos un negocio robusto con fuerte balance, capaz de resistir cualquier volatilidad o futuros shocks de la economía global", agregó du Plessis, que destacó la importancia de desarrollar las relaciones del grupo minero con China.
El consejero delegado del grupo, Tom Albanese, destacó también los beneficios récord obtenidos tras "la fuerte recuperación en los mercados clave" y gracias también a los "esfuerzos de reducción de costos" que se llevaron a cabo el año pasado.
Albanese explicó que para el segundo semestre, el grupo aumentará significativamente sus gastos de capital y dijo que se ha acordado invertir 3,000 millones de dólares en desarrollo de proyectos, de los que 1,000 millones se dedicarán a la expansión de las operaciones en Pilbara (Australia occidental) hasta 330 millones de toneladas por año.
Rio Tinto invertirá 170 millones de dólares en la mina de mineral de hierro de Simandou, en Guinea, y ya ha comprometido nuevos fondos para la expansión de la extracción de mineral de hierro en Canadá, una nueva mina de níquel en Estados Unidos y la expansión de la producción de molibdeno en la mina Kennecott Utah Coopper".
Albanese se refirió también a otros proyectos como el desarrollo de la mina de cobre y oro de Oyu Tolgoi, en Mongolia, o nuevas inversiones en aluminio y alúmina.
Según Albanese, un crecimiento de la economía global de cerca del 4 por ciento previsto por el FMI para este año y el próximo, y de un 9 por ciento en el caso de China tendrán un impacto muy positivo para los mercados de metales y minerales aunque "a nivel global, las condiciones económicas serán volátiles".