La empresa analiza este resultado desde la perspectiva de una coyuntura mundial, que ha ralentizado la dinámica de crecimiento del grupo.
El lento desarrollo de las ventas, así como las amortizaciones especiales y las pérdidas en el negocio de la fotovoltaica, tuvieron importantes efectos sobre el resultado económico.
El resultado neto de explotación o EBIT, conformado por el beneficio antes de impuestos e intereses, se sitúa, según cifras provisionales, en 2 por ciento de las ventas.
Bosch espera para el ejercicio 2013 un crecimiento mundial del 2.8 por ciento, basándose en las estimaciones actuales, si bien observa disfunciones importantes que todavía no se reflejan en el pronóstico, especialmente en lo referente a la crisis de la deuda europea.