Hoy la innovación tecnológica permite al sector del transporte y manejo de carga identificar sus áreas de oportunidad, necesidades y riesgos, tanto en el consumo de combustible, optimización de rutas, predicción de tendencias, experiencia del cliente, y mayor control sobre los costos.
Jorge González, director de Mobility & Expense en Sodexo Beneficios e Incentivos México, apunta que el manejo de datos tiene tres tendencias en este sector:
Con la visualización de datos, todos los parámetros de movilidad relevantes son más transparentes y deben tenerse en cuenta para el desarrollo de conceptos urbano-sostenibles.
Ayuda a los responsables de las ciudades a probar y evaluar directamente la implementación de medidas regulatorias, desde la restricción de tránsito y estacionamiento, hasta la introducción de zonas de bajas emisiones.
La combinación de datos históricos y métodos de inteligencia artificial ayuda a analizar áreas con exceso de oferta o mayor demanda y, por lo tanto, planear con anticipación.
El experto de Sodexo refiere, además, que la recolección y el análisis de datos, los sistemas eléctricos, la automatización de procesos y la inteligencia artificial, dan pie a una mayor interconectividad, ya que significa la integración de herramientas que monitoreen todos los factores involucrados en el funcionamiento de las flotas.
Desde el inicio de este siglo, la tecnología y el manejo de datos ayudaron al sector a reducir los costos al optimizar tiempos y distancias. Actualmente, estos pueden llegar a representar hasta el 75% de los costos del transporte y distribución de mercancías. Incluso la data nos permite segmentar la movilización de mercancías. Según la consultora Mordor Intelligence, en 2020 en México había alrededor de 990,000 vehículos pesados para el transporte de carga general y cerca de 153,000 unidades dedicadas a carga especializada lo que da visibilidad sobre los segmentos que necesitan reforzarse para lograr un mayor equilibrio en la industria del transporte.
Sin importar la época, la evolución de los sistemas y componentes de las unidades de carga tienen un objetivo en común: mejorar la operación de la flota y disminuir el consumo de combustible. Ahí es donde los componentes físicos deben ir de la mano con el surgimiento de las nuevas herramientas que permitan recopilar información sobre la operación de los camiones y optimizar su consumo.