"ArcelorMittal Lieja lamentó hoy informar al consejo de empresa local de su intención de cerrar permanentemente instalaciones suplementarias", indicó la siderúrgica.
El cierre afecta a una planta de coque -combustible sólido y ligero que se obtiene al calcinar ciertas clases de carbón mineral- y seis líneas de "finishing", lo que podría suponer el despido de 1,300 empleados.
El grupo "se compromete a buscar una solución socialmente aceptable" para los trabajadores perjudicados por la decisión.
ArcelorMittal anunció el pasado septiembre que retiraba su plan de inversiones de 138 millones de euros para la fase de fabricación en frío de Lieja, tras el fracaso de las negociaciones con los sindicatos, que rechazaban los cierres.
Hace un año, el gigante del acero ya anunció el cierre de la fase caliente de fabricación de su planta en Lieja, pero la caída de la demanda del acero (un descenso de entre un 8 y un 9 por ciento en 2012, lo que supone un 29 por ciento menos respecto al nivel anterior a la crisis) ha llevado al grupo a emprender esta nueva reestructuración.
"Pese al cierre de los altos hornos, las instalaciones de Lieja sufrieron unas pérdidas de más de 200 millones de euros en los 9 primeros meses de 2012 y no se espera una mejora en 2013 debido al mantenimiento de la debilidad del mercado europeo. Esto es insostenible", afirmó el grupo.
Las instalaciones de esa ciudad figuran entre las más antiguas de Bélgica, pues la producción siderúrgica comenzó allí en 1817 y fueron durante años un centro de riqueza para toda la región, del que hoy dependen unos 2,000 empleos.
Arcelor -y posteriormente ArcelorMittal tras la creación del gigante del acero- se hicieron cargo de la fábrica que vivió un relanzamiento durante algunos años, pero que ha visto como la caída de la demanda en los últimos tiempos terminaba por acarrear el fin de la actividad en los hornos.