El salmantino terminó la undécima y penúltima etapa en la octava posición, ganando terreno frente a sus rivales directos y colocándose sexto en la general, a tan solo 19 segundos del quinto puesto.
La especial de 215 kilómetros de este viernes hasta la meta de Yeda le ofrece la posibilidad de ver premiada su solidez y su temple con un top-5. Sería una forma inmejorable de finalizar por primera vez el rally más duro del mundo, después de sus abandonos en 2019 y 2020.
"Otro día más, todo bien. Sobre el kilómetro 160 he pasado un way point C por un lado, pero me he dado cuenta rápido y he ido a buscarlo, he perdido poco tiempo, un par de minutos", dijo tras la etapa.
"El resto del día bien, he ido casi toda la jornada solo, confirmando bien la navegación y a ritmo. En el último sector en las dunas me ha cogido al chileno Pablo Quintanilla -segundo clasificado en la undécima especial-. He intentado tirar con él pero iba muy fuerte. He intentado seguirlo, pero he perdido referencia visual. Luego le he vuelto a pasar en un error suyo de navegación y he ido delante el final. He podido conservar bien, sin correr grandes riesgos. Todo a punto para el último día", apuntó.