De este modo, la dirección de carrera podrá penalizar a los pilotos infractores con una sanción de puntos, que oscilará entre los uno y diez, en función de la gravedad del incidente y sin que esto excluya otro posible tipo de sanciones.
Cuando un piloto alcance los cuatro puntos de sanción saldrá en la siguiente carrera desde el último lugar de la parrilla, si alcanza los siete puntos, deberá salir en la siguiente prueba desde la calle de garajes, mientras que si acumula diez puntos de sanción no podrá participar en la siguiente carrera.
Una vez que un piloto ha alcanzado los diez puntos, su "casillero" volverá a cero, del mismo modo que los puntos no se acumularán de una temporada a otra.