Si Alex Crivillé pasó a la historia del motociclismo español como el primer piloto en conseguir un título de la categoría reina, entre otros logros, Jorge Lorenzo lo hace como el primero que lo consiguió en la categoría de MotoGP, destinada a los nuevos motores de cuatro tiempos y, además, en ser el primero en conseguir más de un cetro de la máxima categoría del mundial.
Y es que Jorge Lorenzo ha logrado en un carrera deportiva nada menos que cinco títulos mundiales, el tercer piloto español más laureado de la historia del motociclismo, con tres títulos mundiales de MotoGP y dos de los 250 c.c., pero las lesiones en esta última parte de su carrera deportiva le han alejado definitivamente de la competición y de su mejor estado anímico.
Lorenzo había puesto en su temporada 2019 muchas esperanzas de estar en lo más alto de la categoría con su arriesgada apuesta de aceptar el reto de ser compañero de equipo del vigente campeón del mundo, Marc Márquez, en el seno de la escudería Repsol Honda.
Habló con Alberto Puig y ambos asumieron como muy interesante ese reto a mediados de la pasada temporada, pero las lesiones, la primera de ellas en Aragón en un pie, comenzaron a lastrar su camino hasta hacerlo prácticamente inabordable.
De aquél accidente ya llegó "tocado" a la siguiente cita, la de Tailandia, un trazado al que se iba por primera vez (Buriram) y en el que una nueva caída cuando todavía no se había recuperado de la anterior sufrió un nuevo percance en el que se produjo una fractura del radio de la mano izquierda.
La temporada de Jorge Lorenzo prácticamente había tocado a su fin y también su relación con Ducati, con quienes llegó a ganar tres grandes premios (Mugello, Montmeló y Spielberg), pero el reto que iba a encarar a partir de entonces era aún mayor, ser compañero de equipo de Marc Márquez, líder incontestable en seis de las siete últimas temporadas.
Sólo Jorge Lorenzo, en 2015, ha sido capaz de doblegar a Marc Márquez al frente de la clasificación del mundial, y su reto para 2019 no dejaba de ser menos ambicioso, pero lastrado por un mal final de temporada por las lesiones, la pretemporada tampoco mejoró demasiado al sufrir una caída mientras practicaba Dirt Track en la que se fracturó un brazo.
Esa circunstancia impidió a Jorge Lorenzo viajar a Malasia, al trazado de Sepang, para comenzar sus "test" con la Repsol Honda, lo que de por sí condicionó y mucho, como ahora se ha podido comprobar, su ulterior rendimiento sobre la moto.
Ya metido de lleno en la temporada, la situación no mejoró demasiado a las primeras de cambio, pues en la carrera inaugural de la temporada, el Gran Premio de Catar, sufrió una caída en la que se produjo la fisura de una costilla, le hizo perder algo de confianza en sus posibilidades y, después, la caída de Holanda, en el trazado de Assen, en donde se fracturó dos vértebras, acabó convirtiéndose en la "puntilla" que ha forzado la retirada de "un gran campeón".
Antes de su caída en Assen, Jorge Lorenzo ya había pasado por el "purgatorio", con una fuerte caída durante los test de Montmeló, otra más en la carrera catalana en la que se llevó por delante a Andrea Dovizioso, Valentino Rossi y Maverick Viñales, pero el grave accidente de Holanda le obligó a estar en el "dique seco" en las carreras de Alemania, República Checa y Austria, y su confianza, lejos de mejorar, fue a peor.
Lejos, muy lejos del Jorge Lorenzo que consiguió entusiasmar a todos y uno de los pocos pilotos capaces de batir al mejor Valentino Rossi, el piloto de Palma de Mallorca se fue hundiendo poco a poco en lo personal y en lo deportivo y, al final, su ejercicio más digno, su decisión más acertada, ha sido confirmar su retirada.