En el marco del coloquio Interdisciplinariedad de las Ciencias Sociales, en la Ciudad de México, las expertas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Rosa Altamirano y Obdulia Medina, coincidieron en que, a pesar de que se han implementado distintas estrategias en la nación, aún falta mucho por hacer en este sentido.
Por ello, Altamirano y Medina propusieron tres posibles medidas para frenar el número de emisiones, mismas que vienen expuestas en la Ley General de Cambio Climático, vigente desde 2012 en México.
Una primera opción son las estrategias políticas descentralizadas, en las que los ciudadanos, directamente involucrados en los casos de contaminación, buscan una solución por sí mismos mediante negociaciones informales.
Las medidas que se refieren a incentivos se enfocan en tomar medidas para aumentar el costo de la contaminación a las entidades emisoras y así resulte menos rentable.
Asimismo, las políticas de regulación directa que tienen como propósito regular acciones orientadas a resolver el problema de las emisiones de gases efecto invernadero.
Por lo anterior, las investigadoras de la UAM urgieron a que se implementen estas medidas a largo plazo "con una visión de conjunto que vincule la investigación científica con las políticas públicas".
Con la Ley General de Cambio Climático, el gobierno de México se comprometió a reducir 30 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero para el 2020, y un 50 por ciento para el 2050, respecto a las emisiones del 2000.
Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina y el Caribe pueden sufrir, a consecuencia de los efectos del calentamiento global y el cambio climático, daños que alcanzarían los 100,000 millones de dólares anuales en 2050.