Lo anterior, luego de que el Juzgado Cuarto en Materia Administrativa emitió un amparo a favor de Greenpeace, organización que solicitó la disminución del puntaje.
En caso de que la resolución sea a favor de la organización ambientalista, las autoridades capitalinas deberán generar un protocolo especial para ello.
Sin embargo, Robles García advirtió que “es muy complicado bajar de 150 a 100, como lo plantea Greenpeace, en un solo momento, es decir, de golpe, en virtud de que nos coloca en una enorme complejidad como ciudad”.
En entrevista, la funcionaria del gobierno capitalino agregó que en caso de hacer esa modificación de un día para otro, se generarían dificultades económicas para la Ciudad de México; “la ciudad podría vivir una situación muy complicada en su dinámica económica”.
En particular, explicó, porque dentro del programa Hoy no circula los automóviles con holograma dos, prácticamente nunca podrían circular; “serían muchas familias que se afectaría en su movilidad”, advirtió.
De acuerdo con la secretaria, el amparo que otorgó el juez a la organización ambiental internacional, “es una resolución provisional, y no implica que quede desactivado el programa que ya tenemos.
“Conlleva que además tenemos que considerar, si llegamos a los 100 puntos, tomar medidas que protejan a la salud. Sería adicional a lo que tenemos”, explicó.
Consideró que la intención de Greenpeace es buena, "ellos plantean una aspiración a la que todo el mundo le apuesta. El punto es que tenemos hacerlo gradualmente. Eso es el reto y la oportunidad”.
En el inicio del Taller de Energía Sustentable: Diseño Transversal del Programa de Acción Climática 2020-2026, el ProAire 2021-2030 y el Programa Integral de Movilidad 2020-2024, estimó que en el transcurso de la próxima semana habrá una resolución definitiva, de la cual dependerán las acciones que emprenda las autoridades locales, y que hasta ahora han aportado al juez toda la documentación técnica con las implicaciones económicas.
La secretaria de medio ambiente capitalina abundó que la experiencia mundial refiere que los programas de mejora ambiental deben ser progresivos, donde las restricciones a las actividades van “de a poco”, por lo que si bien la Ciudad de México busca mejorar su calidad del aire, lo hará de manera paulatina para no afectar a la población.